El término enjerir tiene dos acepciones que reflejan su uso en contextos diferentes.
En su primera acepción, que es antigua y actualmente en desuso, se refiere a la acción de insertar una cosa dentro de otra.
Por otro lado, en el contexto colombiano, se utiliza para describir el acto de engurruñarse o enmantarse, lo que implica acurrucarse o envolverse en una manta.
Ambas definiciones muestran la riqueza y diversidad del lenguaje.