El término enzacatarse tiene dos acepciones principales en el ámbito hispanohablante.
En México y América Central, se refiere a la acción de cubrirse un terreno de zacate, lo que implica un proceso natural de vegetación.
Por otro lado, en Honduras, se utiliza para describir el estado de embrutecerse que puede experimentar una persona tras vivir un largo tiempo en el campo, sugiriendo una desconexión con la vida urbana.