Se trata de un fenómeno secundario que ocurre junto o en paralelo a un fenómeno primario.
La palabra tiene dos sentidos: uno que connota la causalidad conocida y otro que connota la ausencia de causalidad o la reserva de juicio al respecto.
El concepto de epifenómeno abarca una amplia gama de disciplinas y campos del conocimiento, ofreciendo una perspectiva interesante sobre cómo ciertos aspectos accesorios o secundarios pueden revelar información crucial sobre los fenómenos subyacentes. Su estudio y análisis contribuyen a una comprensión más profunda y holística de la realidad en sus múltiples manifestaciones.
El concepto tiene aplicaciones en metafísica, filosofía, psicología, medicina, etc. que veremos a continuación.
¿Qué es un epifenómeno?
En otras palabras, un epifenómeno es una manifestación pura, un aspecto o apariencia particular de un fenómeno subyacente, y no una manifestación con una realidad independiente capaz de proporcionar retroalimentación sobre el fenómeno que la originó.
Un epifenómeno es un fenómeno en el que suponemos que percibimos sólo una pequeña parte de lo que realmente funciona. Un epifenómeno es, por lo tanto, la manifestación de mecanismos de los que sólo se conoce una parte o que aún no se conocen. De ahí el hecho de que el epifenómeno suele considerarse menor y sin importancia.
Epifenómeno en Ciencia
Esta noción de epifenómeno es fundamental en la ciencia y en cualquier constitución del conocimiento: la observación del mundo da una cantidad muy grande de epifenómenos que son objeto de investigación para los investigadores (en el sentido amplio del término).
La actividad de investigación tiene como objetivo producir explicaciones coherentes y válidas de los epifenómenos.
A este respecto, es necesario distinguir entre dos modos de funcionamiento para la elaboración de las explicaciones:
- El llamado modo científico: que produce conocimiento (scienza: origen común de las palabras ciencia y conocimiento). Este modo de explicar los fenómenos y epifenómenos propone hipótesis para los mecanismos y realiza experimentos y observaciones para verificar la pertinencia de las hipótesis explicativas propuestas.
El objetivo es comprobar si las explicaciones de los epifenómenos son válidas o falsas, y en este caso corregir las hipótesis para aproximarse a la validez. Este conocimiento científico se denomina a menudo probidad. Las explicaciones propuestas se denominan a menudo teoría (por ejemplo, teoría de la gravitación, teoría de la cognición, etc.).
- El llamado modo idealista: que produce explicaciones sin preocuparse de proponer controles. Las explicaciones propuestas son a menudo referidas como teoría (por ejemplo: teoría de la resurrección).
Ejemplos de epifenómenos
- El número máximo de usuarios simultáneos de un sistema informático es un epifenómeno de este sistema (que depende del tamaño de la memoria disponible, de la velocidad de la CPU y del enlace del ordenador, etc.).
- La caída de los cuerpos o la desviación de la luz por la masa son epifenómenos de la gravitación.
- El tiempo es probablemente un epifenómeno de las leyes de la física.
Epifenómeno en Filosofía
En filosofía, un epifenómeno es un fenómeno secundario y accesorio que a veces acompaña o sigue a un fenómeno primario sin aparente relación necesaria con él.
El concepto de epifenómeno se origina en el campo del materialismo psicofísico y en el campo de los psicólogos que apoyan el origen somático de la emoción, para quienes la sensación de placer o dolor de una emoción es el efecto de un cambio fisiológico.
En este sentido, el término fue acuñado y entendido por los positivistas ingleses en el siglo XIX y en particular por el biólogo y pensador Thomas Henry Huxley. Veía en la conciencia un epifenómeno típico, que no tiene en sí mismo ninguna consistencia real, sino que tiene, bajo ciertas condiciones, un origen claro en el sistema nervioso del hombre, pero que no se percibe como fácilmente atribuible a él. En el lenguaje técnico hablamos de un fenómeno emergente.
Ejemplos de epifenómenos pueden ser considerados como el silbido de una locomotora de vapor (Huxley), así como la sombra proyectada por un objeto en movimiento o el ruido de un engranaje en acción.
En la historia de la filosofía, la oposición entre cuerpo y alma se ha resuelto a menudo atribuyendo un epifenómeno a uno de los dos elementos: por ejemplo, el platónico consideraba el cuerpo como una realidad transitoria, un epifenómeno del alma, mientras que el pensamiento materialista consideraba el alma como un epifenómeno de la corporeidad.
Una solución intermedia, ya presente en cierto modo en la concepción aristotélica, ha pensado que en el hombre coexisten dos sustancialidades: la del cuerpo y la del alma, pero que esta última posee una cierta superioridad respecto al cuerpo, que consiste en estar dotada de un ser capaz de transmitirlo al cuerpo: en términos aristotélicos, el alma es "el acto de un cuerpo natural que tiene vida en poder". Hace que un asunto que tiene vida en el poder se convierta efectivamente en un ser vivo.
Una visión unificada en lugar de espíritu y materia como la de Spinoza ha llevado a considerar engañar la impresión de que los pensamientos, sentimientos o sensaciones son la causa de los efectos físicos.
Sin embargo, con respecto a la cuestión de la relación entre cuerpo y mente, Spinoza argumenta (2ª definición de Ética) que "ni el cuerpo puede ser limitado por un pensamiento ni el pensamiento por un cuerpo".
Por lo tanto, en filosofía de la mente, Spinoza puede definirse como un "dualismo no interaccionista" mientras que, por el contrario, una concepción dualista como la cartesiana es del tipo "interaccionista" (de hecho, en su último trabajo Las pasiones del alma, trata de explicar las emociones, los sentimientos y las percepciones como pruebas inequívocas de la acción del pensamiento sobre la realidad corporal y viceversa). Esto le llevó a pensar que uno de los dos términos era un epifenómeno: en este caso, el de la realidad se originó en el cogito.
En particular, en el contexto de la filosofía de la mente, el epifenomenismo es la teoría según la cual los fenómenos mentales son producidos por procesos físicos operados por el cerebro: en este sentido, los fenómenos mentales serían epifenómenos de los fenómenos físicos del cerebro o, por el contrario, los fenómenos mentales regirían los epifenómenos físicos del cerebro.
Finalmente, se piensa que tanto lo mental como lo físico son efectos de una causa común: por ejemplo, no es la sensación de miedo lo que produce un aumento de los latidos del corazón, sino que ambos son sintomáticos de un origen fisiológico común, probablemente en respuesta a una amenaza externa legítima.
Epifenómeno en Medicina
En Medicina, el epifenómeno es un fenómeno que acompaña a los síntomas de una enfermedad sin ser característico de ella.
Entonces, el epifenómeno es un síntoma colateral que puede manifestarse más tarde pero no necesariamente a los síntomas principales de una enfermedad.
¿Es la conciencia humana un epifenómeno?
¿Es la conciencia humana un epifenómeno?
La mayoría de los científicos naturales dirían que sí. En otras palabras, la conciencia humana es un resultado (derivado) de numerosos procesos microscópicos en el cerebro. El cerebro físico es lo que crea la conciencia y no una mente inmaterial.
Esta visión mecanicista de la conciencia tiene su fundamento en la materia física inerte. Esto significa que la materia física, operando en las escalas más pequeñas de la naturaleza, puede crear ideas-pensamiento. Estas ideas-pensamiento se modifican aún más para producir el resultado macroscópico de las palabras en el habla humana mediante la manipulación de la laringe, la boca y la lengua.
Pero el científico/teólogo Emanuel Swedenborg, argumentó que las ideas de pensamiento eran un discurso universal. Independientemente del lenguaje que utilice una persona en la tierra para formar palabras, estas palabras provienen de ideas que todas las personas entienden.
Por ejemplo, no importa qué palabra en cualquier idioma se utilice para expresar la idea de un "árbol", la idea mental de un árbol ya se entiende universalmente. De lo contrario, un idioma humano no podría ser traducido a otro.
Epifenómeno en Psicología
En psicología, el concepto de epifenómeno se utiliza para referirse a aquellos aspectos de la conducta o la experiencia humana que pueden ser considerados como secundarios o accesorios en relación con el funcionamiento psicológico subyacente.
Por ejemplo, en el estudio de las emociones, se puede considerar que la expresión facial de una emoción es un epifenómeno, ya que es una manifestación externa de un estado interno más complejo.
Los epifenómenos en psicología suelen ser objeto de estudio para comprender mejor los procesos mentales subyacentes y cómo se manifiestan en la conducta observable. A través de la observación y el análisis de estos fenómenos accesorios, los psicólogos pueden obtener información valiosa sobre las estructuras y procesos mentales que los generan.
Epifenómeno en Sociología
En sociología, el término epifenómeno se utiliza para referirse a aquellos aspectos de la vida social que son considerados como secundarios o derivados de otros procesos sociales más fundamentales. Por ejemplo, la moda puede ser vista como un epifenómeno de procesos más profundos de identidad social y consumo.
El estudio de los epifenómenos en sociología permite comprender cómo ciertos fenómenos aparentemente superficiales o accesorios están relacionados con estructuras sociales más amplias y significativas. Analizar los epifenómenos sociales puede ayudar a desentrañar las dinámicas subyacentes que influyen en la vida colectiva y en la configuración de las relaciones entre individuos y grupos.
Epifenómeno en Biología
En biología, un epifenómeno se refiere a aquellas características o procesos biológicos que son considerados como secundarios o accesorios en relación con la función principal de un organismo o sistema biológico. Por ejemplo, el color de las plumas de un ave puede ser un epifenómeno en comparación con su capacidad para volar.
El estudio de los epifenómenos en biología es importante para comprender la complejidad y la diversidad de los organismos vivos, así como para identificar las interacciones entre diferentes niveles de organización biológica. Los epifenómenos biológicos pueden proporcionar pistas sobre la evolución, la adaptación y la ecología de las especies, así como sobre la interconexión entre los distintos componentes de los sistemas vivos.
Etimología u origen de la palabra epifenómeno: proviene del griego antiguo ἐπί "sobre, además, junto a" y Φαινόμενoν "fenómeno, evento observable".