Los sufijos -és y -esa son elementos que se añaden a nombres propios para crear gentilicios, es decir, palabras que indican la procedencia de una persona o cosa.
Estos sufijos permiten identificar la nacionalidad o el origen geográfico de manera sencilla.
Por ejemplo, al agregar -és a "Senegal", obtenemos "senegalés", y al añadir -esa a "Berlín", formamos "berlinesa".