El término escarizar proviene del ámbito de la cirugía y se refiere a la acción de quitar la escara de una llaga.
Esta escara es una capa dura que se forma sobre una herida o lesión, y su eliminación es fundamental para promover la curación y facilitar el acceso a los tejidos subyacentes.
Así, escarizar se convierte en un paso importante en el tratamiento de heridas, contribuyendo a una recuperación más efectiva.