El término escarnar se refiere, en su acepción más antigua y en desuso, a la acción de quitar la carne de un hueso o de la piel.
Esta palabra proviene del verbo descarnar, que implica un proceso de despojar algo de su sustancia carnosa.
Aunque hoy en día su uso es poco frecuente, su significado evoca una práctica que se relaciona con la preparación de alimentos o el tratamiento de restos orgánicos.