El término escatófago se refiere a aquellos animales que tienen la capacidad de alimentarse de excrementos.
Este comportamiento, aunque puede parecer repulsivo, cumple un papel ecológico importante al ayudar en la descomposición de materia orgánica y en la reciclaje de nutrientes en el suelo.
Un ejemplo común de un animal escatófago es el escarabajo, que juega un rol vital en su ecosistema.