La palabra espiritado o espiritada se utiliza en un contexto familiar para describir a una persona que se encuentra en un estado de gran delgadez y exhaustión, dando la impresión de que solo le queda el espíritu y no el cuerpo.
Esta expresión refleja una condición física extrema, donde la vitalidad parece haberse desvanecido, dejando a la persona con una apariencia frágil y debilitada.