El término espolista se refiere a una figura en el ámbito del derecho canónico y eclesiástico.
Específicamente, designa a la persona que se encarga de arrendar los espolios durante una sede vacante, es decir, cuando no hay un titular en un cargo eclesiástico.
Esta figura juega un papel importante en la administración de bienes y recursos de la iglesia en momentos de transición, asegurando que se mantenga la gestión adecuada hasta que se designe un nuevo líder.