La espongina es una substancia orgánica que se encuentra en las esponjas, caracterizada por su estructura filamentosa y su notable elasticidad.
Esta sustancia desempeña un papel fundamental al unir las espículas, que son los elementos duros que proporcionan soporte a estos organismos acuáticos.
La espongina no solo contribuye a la estructura de las esponjas, sino que también tiene aplicaciones en diversos campos, como la medicina y la cosmética.