La estricnina es un potente veneno que se obtiene de la nuez vómica y el haba de San Ignacio.
Este compuesto químico actúa sobre el sistema nervioso, provocando convulsiones y, en dosis elevadas, puede ser mortal.
Su uso ha sido históricamente controvertido, tanto en la medicina como en la toxicología, debido a su alta toxicidad y efectos devastadores en el organismo.