Cuando una persona está estupefacta, se encuentra en estado de sorpresa e incredulidad ante algo que acaba de presenciar o escuchar. Es como si su mente se quedara en blanco por un momento, sin ser capaz de procesar lo que está ocurriendo a su alrededor. El estupor puede ser causado por algo impactante, inesperado o extraordinario, que supera la capacidad de comprensión y asimilación del individuo.
La expresión facial de alguien estupefacto suele ser de desconcierto, los ojos abiertos de par en par y la mandíbula caída. Puede que incluso se quede inmóvil durante unos segundos, sin reaccionar o sin poder articular palabra. Es como si su mente y su cuerpo se paralizaran por un instante, hasta que logra retomar la conciencia y reaccionar.
La sensación de estar estupefacto puede ser provocada por diversos eventos, como presenciar un accidente grave, recibir una noticia impactante, escuchar una confesión sorprendente o asistir a una actuación extraordinaria. En esos momentos, la mente se ve sobrepasada por la intensidad de la situación y necesita un tiempo para procesar y asimilar lo sucedido.
Ejemplos de uso: "Me quedé estupefacto cuando presencié el accidente de tráfico"
"Quedé completamente estupefacta al escuchar la confesión sorprendente"
"Estaba estupefacto al recibir la noticia de que había ganado la lotería"
"Los espectadores quedaron estupefactos al presenciar la actuación extraordinaria del acróbata"
"No pude evitar quedarme estupefacto al ver el increíble paisaje que se mostraba ante mis ojos"
"Estaba completamente estupefacto al escuchar las palabras del orador, que impactaron a todos los presentes"
"Me quedé estupefacto al descubrir la verdad detrás de ese misterio que me tenía intrigado".
Origen etimológico de estupefacto: proviene de la palabra latina stupefactus