La etimología de "Derecho" revela su rica historia y significado.
Proviene del término latino directum, que significa lo que está dirigido hacia un fin, relacionado con el verbo dirigere, que implica guiar.
Algunos tratadistas sugieren una conexión con la raíz sánscrita rgu, que también alude a la idea de honradez y rectitud.
Además, el concepto de Derecho en latín se expresaba como ius, vinculado por algunos a la noción de ayuda en la satisfacción de necesidades humanas.
etimología de Derecho
Etimológicamente, el término deriva de directum, participio pasivo del verbo latino dirigere que, a su vez, procede de regere, lo que conduce o dirige a un fin. En opinión muy extendida entre los tratadistas procede de la raíz sánscrita rgu o rj, sinónima de guiar o conducir, de la que derivan las voces sánscritas rguta, honradez, rectitud, y rgugu, honesto, honrado, a la que después se añadió el prefijo «di» que, al parecer, procede de raíces arias dh y dhr, que expresan idea de estabilidad y firmeza. En lengua latina la idea de Derecho era expresada con la palabra ius, cuyo origen varía según las opiniones expuestas, entre las que destacaremos las siguientes:
a) los autores iusnaturalistas, en gran mayoría, la hacen derivar del verbo latino iuvare, que significa ayudar, tal vez porque el Derecho ayuda al hombre en la satisfacción de sus necesidades vitales;
b) otros autores la hacen derivar de Júpiter o Jove, Dios supremo de la Mitología, a quien correspondía dirigir todas las cosas humanas y de quien procede toda norma;
c) hay romanistas que la hacen derivar de iugum reor, que significaba en lenguaje primitivo juzgar rectamente y posiblemente se escribiese iug-r-s;
d) un cuarto grupo de autores considera la palabra ius como una contracción del término iussum, procedente, a su vez, del verbo iubere, mandar, con lo que resaltan el carácter de mandato o precepto implícito en la norma jurídica;
e) una de las opiniones más extendidas es la que hace proceder ius de iusticia o de iustrum, tendencia a la que se opone el argumento de que lo probable es lo contrario conforme a las leyes gramaticales;
f) modernamente se pretende hallar el origen de ius en la raíz sánscrita iu, que expresa la idea de ligadura, vínculo, atadura.
Las lenguas de origen latino han consagrado en sus términos la orientación derivada de directum y así, aparte de la palabra «Derecho» en idioma castellano, se encuentran la de droit en francés, diritto en italiano direito en portugués, dret en catalán. En la raíz aria se halla la del término que designa Derecho en otras lenguas; así recht en alemán, right en inglés, reí en escandinavo, regt en antiguo holandés. De la raíz latina ius existen numerosos derivados, tales como jurista, jurisconsulto, jurídico, jurisprudencia, jurisdicción. A través de todos los orígenes etimológicos puede apreciarse que la idea del Derecho aparece ligada a las de rectitud, dirección a un fin, mandato, vínculo, ninguna de las cuales es ajena a su concepto.
La dificultad de éste puede calificarse de extraordinaria y no es posible ofrecer una definición del mismo sobre la que recaiga aprobación unánime; de otro lado poseer una definición de lo que sea Derecho se nos ofrece como necesidad primaria para su conocimiento. Incide en la dificultad sustancial de la cuestión la lucha de escuelas filosófico-jurídicas que matizan sus definiciones a tono con sus directrices gnoseológicas. Su variedad, como hemos de indicar posteriormente, es extraordinaria, pero es coincidente en todas, o casi todas, la preeminencia que conceden al logro de una definición del Derecho. De lo que entendamos por Derecho deriva toda ulterior concepción de cualquier aspecto del orden jurídico. «Se quiera o no, cada vez que se toma partido en cualquier cuestión jurídica y, en cada caso, al decidirnos por esta o aquella solución, nos apoyamos en una u otra idea del Derecho», dice el profesor español De Castro.