La etnografía de Australia se centra en el estudio de las diversas culturas y tradiciones de los aborígenes australianos, quienes presentan una rica diversidad a pesar de las teorías sobre su origen.
Aunque algunos sostienen que las tribus no comparten una ascendencia común, el etnógrafo Sir George Grey propone una unidad fundamental entre ellas.
Investigaciones recientes sugieren conexiones con antiguos grupos humanos, lo que enriquece la comprensión de su identidad cultural.
etnografía de Australia
Existen diversas hipótesis en cuanto al origen de los australianos nativos (aborígenes) y muchas afirman que las numerosas tribus diseminadas por Australia no procedían originalmente de una ascendencia común. El etnógrafo Sir George Grey cree, sin embargo, en un origen común y una unidad fundamental entre las tribus, a pesar de las diferencias aparentes. La teoría de que son de origen exclusivamente papú es insostenible, pues se diferencian mucho de los papúes de Nueva Guinea por su pelo sedoso, barba espesa y facciones pronunciadas, así como por su desconocimiento del arco y la flecha, principales armas de las tribus papúes. Recientes trabajos arqueológicos indican que los australianos aborígenes han podido descender de una raza neandertaloide, homo soloensis, que vivió en Java hace unos 150000 años. El aborigen australiano tiene aproximadamente la misma talla que el europeo medio, pero es inferior en desarrollo muscular. El color de la piel varía entre las diferentes tribus desde el café claro al negro carbón. Los aborígenes, calculados en 1954 en unos 55000, no practican la agricultura, carecen de animales domésticos, excepto perros, y no tienen viviendas permanentes. En su estado primitivo el vestido es muy escaso, limitándose a una capa de piel en el tiempo frío. Viven de la caza y de la recogida de los frutos y sus principales armas son lanzas empleadas a veces con womera (impulsor de lanzas), hachas de piedra, nulla-nuüas (cachiporras de madera dura) y el famoso bumerang, arma exclusivamente australiana. Los malos tratos recibidos de los primeros colonizadores blancos hicieron disminuir el número de indígenas de manera alarmante, si bien más tarde el Gobierno australiano adoptó medidas humanas adecuadas para la protección de estos pueblos. Recientes estudios han puesto en claro que existe una relación genética entre los idiomas aborígenes hablados en Australia, de los que se reconocen unos veinte.