El término evohé es una interjección que proviene de la antigua Grecia, utilizada por las bacantes, las seguidoras del dios del vino, Baco.
Este grito servía para aclamar o invocar a su deidad, expresando un profundo sentido de celebración y conexión espiritual.
En el contexto de los rituales, el evohé simboliza la euforia y la liberación que se experimenta en la adoración a Baco, reflejando la esencia del culto dionisíaco.