Expugnar es un verbo transitivo que proviene del latín "expugnare", compuesto por el prefijo "ex-", que indica exterioridad o salida, y "pugnare", que significa luchar.
Por tanto, su significado etimológico nos remite a la acción de luchar para salir victorioso o conquistar algo mediante el asalto.
En su uso más tradicional y literal, expugnar se asocia con el contexto militar, refiriéndose a la acción de tomar una fortificación, ciudad o posición enemiga utilizando la fuerza y, generalmente, tras un asedio o ataque coordinado.
El término no solo se limita a la conquista física de espacios durante conflictos bélicos, sino que también puede emplearse en un sentido más amplio o metafórico para describir la superación de obstáculos o dificultades mediante esfuerzos persistentes.
Por ejemplo, se puede hablar de expugnar las resistencias internas, en referencia a vencer las propias limitaciones psicológicas o emocionales.
Ejemplos de uso: "expugnar una trinchera".
"El ejército logró expugnar la fortaleza después de varios días de asedio".
"En su camino hacia el éxito, tuvo que expugnar numerosos obstáculos personales".
"La novela describe cómo el protagonista consigue expugnar sus miedos más profundos".
Origen etimológico de expugnar: proviene de la palabra latina expugnāre, de ex y pugnare, luchar.
Segundo diccionario: expugnar
Origen de la palabra: (latín expugnare.)
tr. Tomar por fuerza de armas una plaza, castillo, etc.