La palabra expulso es el participio irregular de los verbos expeler y expulsar.
Se utiliza para describir la acción de hacer que algo o alguien salga de un lugar de manera forzada o repentina.
Este término puede aplicarse en diversos contextos, desde situaciones físicas, como expulsar aire o líquidos, hasta contextos más abstractos, como la expulsión de una persona de un grupo o institución.