El término fabro se refiere a un artífice o artista, una figura que se dedicaba a crear o elaborar obras con destreza y habilidad.
Aunque su uso es considerado anticuado y ha caído en desuso, evoca la imagen de aquellos que, con su talento, daban vida a diversas manifestaciones artísticas.
Su significado resalta la importancia de la creación y el oficio en la historia del arte y la cultura.