La palabra fara se refiere a una especie de culebra originaria de África, reconocida por su distintivo color gris salpicado de manchas negras.
Este reptil se caracteriza por tener escamas aquilladas que recorren su dorso, lo que le otorga una apariencia única y adaptaciones específicas a su entorno.
La fara es un ejemplo fascinante de la diversidad de la fauna africana y su importancia en el ecosistema.