El término farotear proviene del español colombiano y se refiere a la acción de armar algazara o bullicio.
Este verbo describe situaciones en las que se genera un ambiente de ruido y alboroto, a menudo asociado con celebraciones o reuniones animadas.
En Colombia, es común escuchar esta palabra en contextos festivos, donde la alegría y el desorden se entrelazan, reflejando la vivacidad de la cultura local.