La palabra "fasta" es una preposición que se utilizaba en el pasado como sinónimo de "hasta".
Su función era señalar el término, fin o límite de lugares, acciones o cantidades.
Aunque hoy en día se considera una acepción anticuada y está en desuso, su uso refleja la evolución del idioma y cómo ciertas palabras pueden caer en el olvido con el tiempo.