La fe pública se refiere a la autoridad legítima que poseen ciertos profesionales, como notarios y escribanos, para certificar la autenticidad de documentos.
Esta figura garantiza que los actos y contratos que autorizan tienen validez legal, brindando seguridad jurídica a las partes involucradas.
Así, la fe pública actúa como un respaldo en transacciones y procedimientos, asegurando la confianza en la documentación oficial.
Autoridad legítima atribuida a notarios, escribanos, agentes de cambio y bolsa, cónsules y secretarios de juzgados, tribunales, etc., para que los documentos que autorizan en debida forma sean considerados como auténticos.