El término fervorín se refiere a una jaculatoria breve, que es una oración corta y fervorosa dirigida a lo divino.
Estas expresiones son utilizadas en contextos de devoción y oración, permitiendo a los creyentes conectar con su fe de manera intensa y rápida.
Aunque se puede usar en singular, es más común encontrarlo en plural, lo que resalta la práctica de recitar múltiples fervorines en momentos de reflexión o súplica.