La fiebre de Malta, también conocida como fiebre mediterránea, es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Brucella, que se transmite principalmente a través del contacto con animales infectados o el consumo de productos lácteos no pasteurizados.
Esta afección se caracteriza por síntomas como fiebre, sudores y malestar general.
Es importante conocer su origen y formas de prevención para evitar su propagación y contagio.