La figura moral se refiere a una representación que trasciende lo físico, manifestándose en pinturas, dramatizaciones o alegorías.
Este concepto implica que la figura no solo tiene un aspecto visual, sino que también encierra un significado profundo y simbólico, relacionado con valores éticos o principios que guían el comportamiento humano.
Así, la figura moral se convierte en un vehículo para transmitir ideas y reflexiones sobre la condición humana.