El término filote tiene dos acepciones en el contexto colombiano.
En primer lugar, se refiere a las barbas del maíz, que son las fibras que se encuentran en la parte superior de la mazorca.
En segundo lugar, se utiliza de manera figurada para describir a una persona que comienza a echar pelo, es decir, a mostrar los primeros signos de vello facial o corporal.
Ambas acepciones reflejan aspectos culturales y agrícolas de Colombia.