La fincabilidad se refiere a la capacidad de un bien inmueble para ser considerado como un activo dentro del ámbito económico y financiero.
Este término implica que el inmueble tiene un valor que puede ser evaluado y utilizado en transacciones, inversiones o como garantía.
La fincabilidad es esencial para determinar la viabilidad de un proyecto o la estabilidad de un patrimonio, ya que refleja la importancia de los bienes raíces en la economía.