El término finchar tiene dos acepciones que reflejan su evolución en el lenguaje.
En su uso más antiguo, se refiere a hinchar, una acción que ha caído en desuso.
Por otro lado, en el lenguaje familiar contemporáneo, se utiliza para describir el acto de engreírse, es decir, cuando alguien se muestra arrogante o se siente superior.
Así, "finchar" nos conecta con un pasado lingüístico y una expresión actual de actitud.