La palabra fisca se utiliza en algunas regiones, como Canarias y Venezuela, para referirse a una pequeña cantidad o porción de algo, similar a una pizca o meaja.
Este término refleja la riqueza del lenguaje regional y su capacidad para describir conceptos cotidianos de manera particular.
La fisca es un ejemplo de cómo las variaciones lingüísticas enriquecen la comunicación en diferentes culturas.