El término flamen augustal se refiere a un sacerdote de la antigua Roma, encargado de rendir culto al emperador Augusto y a su divinidad.
Este rol era fundamental en el contexto religioso romano, ya que simbolizaba la conexión entre el poder político y lo sagrado.
El flamen en general, es un sacerdote dedicado a un dios específico, pero el augustal tenía un enfoque particular en la veneración del emperador, reflejando su importancia en la sociedad romana.