El término flamero se refiere principalmente a un tipo de candelabro que destaca por su capacidad de arrojar una gran llama.
Este objeto no solo cumple una función práctica al proporcionar luz, sino que también puede ser un elemento decorativo en diversos entornos.
Su diseño y la intensidad de su fuego lo convierten en un símbolo de calidez y elegancia, evocando una atmósfera especial en cualquier espacio donde se utilice.