La flora y fauna de Cuba representan una de las riquezas naturales más destacadas del Caribe, con más de 7000 especies de plantas y 1000 de algas.
Este ecosistema se caracteriza por sus bosques, sabanas y manglares, que han sido moldeados por la historia y el clima.
Antes de la colonización, los bosques cubrían gran parte del país, pero la agricultura, especialmente el cultivo de la caña de azúcar, ha transformado significativamente el paisaje natural.
flora y fauna de Cuba
La primera es la más rica y variada del Caribe, con más de 7000 especies fanerógamas y 1000 criptógamas, sin contar las importadas por los colonizadores. Las tres formaciones vegetales más características de Cuba son: bosques, sabanas y manglares. Antes de la colonización hispana, el 60% del territorio cubano estaba cubierto de bosques que, como consecuencia de las lluvias estacionales, tienen carácter semicaducifolio; sólo en la zona de Baracoa aparece el auténtico bosque tropical, por la influencia de los alisios. El cultivo de la caña azucarera ha privado al bosque de las zonas bajas, por lo que la vegetación arbórea se ha refugiado en las zonas montañosas. Las especies más características son la palma real (planta nacional cubana) y la ceiba. En los mogotes de la Sierra de los Organos son típicos el ceibón, la palma-sierra y el roble caimán. Los pinares ocupan el 4 % del país, en los suelos pobres y secos de Pinar del Río, isla de Pinos, Sierra Maestra y la Sierra de Nipe.
Las sabanas han mantenido su superficie original (26 % del territorio), pues los agricultores han evitado esas regiones y los terrenos de sabanas se han dedicado a pastos. Su razón de existencia no es la falta de lluvias, sino la excesiva porosidad del suelo, que no retiene la necesaria humedad; plantas típicas de las sabanas son: espartillos, espinos, guanos, yarey, vacabuey y las palmas cana y barrigona.
Los manglares forman la vegetación arborescente de los cayos litorales, de las ciénagas y de las marismas. Otra formación típica de las zonas litorales es el cactus Dendrocereos, el mayor del mundo.
En el reparto vegetativo tienen gran trascendencia las clases de suelos: arcillosos-rojos de Matanzas; arcillosos-grises de La Habana; arcillosos con arenas y gravas de Pinar del Río e isla de Pinos; calizos en rocas pleistocénicas; y de serpentina, con formación de sabanas.
Cuba pertenece a la subregión antillana de la región geológica Neotropical. Contrasta la pobreza de vertebrados con la profusión de especies inferiores (insectos, arácnidos, moluscos terrestres) y el tamaño pequeño de algunas de sus especies» (pájaro-mosca). De los mamíferos, muy escasos, son característicos el alquimí, la jutía y el manatí. Entre las aves ha desaparecido el guacamayo y son escasas ya las cotorras y los flamencos, pero abundan en cambio el pato, el martín-pescador, la paloma-perdiz y el pájaro-mosca. Entre las aves rapaces se encuentra el gavilán, y de los reptiles hay que señalar las serpientes, cocodrilos, tortugas e iguanas. En la fauna marina son igualmente abundantes el peligroso tiburón, el sabroso atún y la apreciada chema, y como ejemplares curiosos el caballito de mar y el pez-pega. Muy estimadas y abundantes son las langostas, los camarones y cangrejos, las esponjas y los corales.