El término fodolí se refiere a una persona que es entremetida y habladora, caracterizándose por intervenir o dar consejos en situaciones donde no ha sido solicitada su opinión.
Este adjetivo, aunque actualmente se encuentra en desuso, evoca la imagen de alguien que se inmiscuye en los asuntos ajenos, mostrando una tendencia a querer ayudar o opinar sin ser invitado.
Su uso refleja una faceta social que puede ser tanto apreciada como criticada.