El término fómite proviene del latín y se refiere a una causa que provoca o estimula algo.
Aunque su uso es poco común en la actualidad, en contextos antiguos se relacionaba con el concepto de fomes, que denota un elemento que puede generar o fomentar una acción o efecto.
Esta acepción ha caído en desuso, pero su etimología nos recuerda la importancia de las causas en diversos procesos.