La palabra fontana se refiere, en un sentido poético, a una fuente, un lugar donde el agua brota de la tierra.
Este término evoca imágenes de belleza y naturaleza, simbolizando la vida y la frescura.
En su uso más amplio, una fontana puede ser vista como un espacio que no solo proporciona agua, sino que también representa un punto de encuentro y reflexión en el entorno natural.