El término forciar es una forma antigua de referirse a forzar, que implica hacer fuerza o ejercer violencia física para alcanzar un objetivo, generalmente uno que no debería lograrse mediante la fuerza.
Esta acepción es considerada anticuada y se encuentra en desuso en el lenguaje moderno, aunque su significado refleja una práctica que, a lo largo de la historia, ha sido condenada por su naturaleza coercitiva.