El término fosal se refiere a un cementerio o a un sepulcro, especialmente en la región de Aragón.
Aunque su uso ha caído en desuso, esta palabra evoca la idea de un lugar de descanso eterno.
En su acepción más antigua, se relaciona con la noción de una fosa donde se depositan los restos de los fallecidos, reflejando prácticas funerarias de tiempos pasados.