El término frasco de mercurio se refiere a un recipiente que contenía un peso específico de mercurio, equivalente a tres arrobas.
Estos frascos, generalmente de hierro, eran utilizados en la histórica localidad de Almadén, famosa por su producción de este metal.
La importancia de estos frascos radica en su función como envase en la minería y comercio del mercurio, un elemento esencial en diversas aplicaciones industriales y científicas.