El término frescal se refiere a ciertos pescados que, aunque no están completamente frescos, se conservan con poca sal.
Esta forma de conservación permite que el pescado mantenga parte de su sabor y textura, aunque no alcance la frescura ideal.
El uso de la palabra se relaciona con prácticas de almacenamiento y preparación de alimentos, destacando la importancia de la calidad en la gastronomía.