El término frutier se refiere a un antiguo oficio que designaba a un oficial palatino encargado de la frutería.
Este rol, aunque hoy en día está en desuso, era fundamental en las cortes, donde se gestionaban y servían las frutas.
La figura del frutier refleja la importancia de la gastronomía en la vida palaciega, destacando el cuidado y la atención dedicados a la selección y presentación de los alimentos.