El término fúsil se refiere a algo que tiene la capacidad de fundirse, es decir, que puede pasar de estado sólido a líquido al ser sometido a calor.
Esta característica es fundamental en diversos contextos, como en la fabricación de materiales y en la electricidad, donde se relaciona con el concepto de fusible, un dispositivo que protege circuitos al fundirse y cortar la corriente en caso de sobrecarga.