El caucho ha sido un recurso vital desde tiempos antiguos, especialmente proveniente de los bosques de América tropical, África y Asia.
El Valle del Amazonas se destacó como una fuente clave.
En 1876, el botánico inglés Henry A.
Wickham llevó semillas de la especie Hevea brasiliensis a Londres, lo que impulsó su cultivo en las Indias Orientales.
Con el aumento de la demanda, las plantaciones de Hevea superaron la extracción silvestre, consolidando su papel como principal productora de caucho.
fuentes y origen del caucho
Hasta principios del siglo XX se obtenía el caucho en su totalidad de los bosques de América tropical,
África y Asia. El Valle del Amazonas constituía una fuente especialmente fructífera de abastecimiento. En 1876 Henry A. Wickham, joven botánico inglés que había ido al Brasil a estudiar los árboles de la especie Hevea brasiliensis, reunió 70000 semillas y las llevó a Londres, donde fueron plantadas en los Kew Botanical Gardens. De las 2700 que germinaron fueron enviadas 2000 a las posesiones inglesas de las Indias Orientales, en cuyo húmedo clima florecieron los árboles con extraordinaria lozanía. Al crecer la demanda del caucho, el terreno dedicado al cultivo de la Hevea aumentó de tan suerte que en 1914 la cantidad de caucho obtenido en las plantaciones excedió a la extraída de los árboles silvestres. La Hevea produce la mayor cantidad y mejor calidad de caucho. Sólo una reducida proporción de caucho Hevea proviene de árboles silvestres. Otras plantas importantes productoras del caucho son la Manihot glaziovii, la Castilla elástica y la Funtumia elástica.
La Hevea brasiliensis o árbol de Pará, originaria del Brasil, se ha plantado con éxito en Ceilán, Java, Sumatra, S de la India y algunas partes del África tropical, donde han establecido plantaciones las grandes compañías de neumáticos, principalmente las americanas. Se trata de un árbol de gran porte, que mide hasta 5 m de circunferencia y a menudo vive hasta edad muy avanzada. El árbol de Ceará (Manihot glaziovii), también oriundo del Brasil, se ha plantado con buenos resultados en África, Ceilán y la India. Es más duro que el Hevea pero también de más difícil sangría. El Castilla elástica, procedente de Centro América, se ha cultivado en esa zona y las Indias Occidentales. El Funtumia elástica, enorme árbol tropical, procede de África, lo mismo que el Landolphia, del Congo.
Aunque en Norteamérica se ha obtenido el caucho de varias plantas, sólo el arbusto Guayule, que crece silvestre en México y ahora es objeto de intenso cultivo en California, parece tener posibilidades comerciales. El guayule ha ido alcanzando tal desarrollo que llega a producir caucho en la proporción de cerca del 23 % de su propio peso y alrededor de 2800 kg por hectárea. Thomas Edison, después de experimentar con miles de arbustos y árboles productores de goma, descubrió que la hierba «goldenrod» (solidago canadiensis) era la más prometedora. Crió, al efecto, una variedad gigante de la que extrajo caucho, pero encontró demasiado costoso el proceso de producción y extracción. Otra fuente natural del caucho investigada fue el koksaghyz, diente de león ruso del que se dice que ha sido plantado en Rusia en gran escala. Puede producir de 35 a 70 kg/ha y ofrece la ventaja de ser una planta de rápido desarrollo que se recolecta el mismo año de siembra.