La palabra furción se refiere a un antiguo tributo conocido como infurción, que se pagaba al señor feudal por el derecho a ocupar el solar de una casa.
Este término es considerado anticuado y actualmente se encuentra en desuso, reflejando una práctica de tiempos pasados en la estructura social y económica de la feudalidad.
Su significado evoca una época en la que las relaciones de poder y propiedad eran muy diferentes a las actuales.