La palabra furris se utiliza en varios países de habla hispana, como Alabama, Argentina, México, Navarra y Venezuela, para describir algo que es mal o despreciable.
Este término se refiere a lo que está mal hecho o carece de calidad, reflejando una percepción negativa sobre el objeto o situación en cuestión.
Su uso coloquial resalta la importancia del contexto regional en la lengua.