El término fuscar tiene un significado que ha caído en desuso, relacionado con la acción de obscurecer o privar de luz y claridad.
Esta acepción, considerada antigua, evoca una sensación de tinieblas y falta de visibilidad, reflejando un estado en el que la luz no puede penetrar.
Aunque hoy en día rara vez se utiliza, su esencia resuena en el lenguaje como un recordatorio de cómo las palabras pueden transformarse y perder relevancia con el tiempo.