La fusión nuclear es un proceso en el cual los núcleos de elementos ligeros se combinan para formar núcleos más pesados, liberando una gran cantidad de energía en el proceso.
Esta fusión es una fuente potencial de energía debido a la conversión de masa en energía, siguiendo la famosa ecuación de Einstein, E=mc^2.
Estas reacciones termonucleares requieren temperaturas extremadamente altas, como las que se encuentran en el interior de las estrellas o en explosiones nucleares.
En el caso del Sol, se cree que la fusión de isótopos de hidrógeno es la principal fuente de energía.
La fusión de los núcleos de los elementos ligeros es también una fuente potencial de energía, porque la masa de los núcleos reaccionantes es mayor antes que después de la fusión y la masa perdida se convierte en energía.
Como estas reacciones de fusión sólo pueden tener lugar a las elevadísimas temperaturas de varios millones de grados, que únicamente existen en el interior de las estrellas o en la explosión de las bombas de fisión, se les denomina reacciones termonucleares.
Se han sugerido varias series de reacciones de esta clase para explicar la energía emitida por el Sol y otras estrellas (v. Ciclo del carbono). La fusión de isótopos del hidrógeno es la reacción que se produce en la destructora Bomba de hidrógeno o bomba H.
La fusión nuclear es un proceso en el cual los núcleos atómicos se combinan para formar núcleos más grandes y liberar una gran cantidad de energía en el proceso. Esta reacción se produce cuando los núcleos atómicos están lo suficientemente cerca como para superar las fuerzas de repulsión electromagnética entre ellos.
La fusión nuclear es una fuente de energía extremadamente potente y prometedora, ya que puede generar una cantidad significativa de energía con una cantidad mínima de combustible. A diferencia de la fisión nuclear, que implica la división de núcleos atómicos pesados, la fusión nuclear utiliza núcleos atómicos ligeros, como los isótopos de hidrógeno.
El proceso de fusión nuclear se produce en el interior de las estrellas, como el Sol, donde las altas temperaturas y presiones permiten que los núcleos atómicos se acerquen lo suficiente para que la fuerza nuclear fuerte los una. Esta reacción libera una enorme cantidad de energía en forma de luz y calor, lo que da lugar a la radiación y la luz que recibimos del Sol.
Además del Sol, los científicos también han desarrollado tecnologías para controlar y aprovechar la fusión nuclear en la Tierra. Los reactores de fusión, como el conocido ITER, buscan replicar las condiciones de temperatura y presión necesarias para producir y controlar la fusión nuclear a gran escala. Si se logra implementar con éxito, la fusión nuclear podría proporcionar una fuente de energía limpia, abundante y sostenible que no produce emisiones de gases de efecto invernadero ni residuos radioactivos de larga duración.