m. Fustán; tela gruesa de algodón con pelo en una de sus caras.
El fustaño es un tipo de tela ampliamente utilizada en la confección de prendas de vestir y textiles para el hogar debido a sus características y propiedades. Su origen se remonta a tiempos antiguos, cuando se empezó a producir en la región de Flandes, en Europa. Desde entonces, se ha extendido su uso y comercialización en diferentes partes del mundo.
Una de las características distintivas del fustaño es su grosor y resistencia, lo que lo hace ideal para la confección de prendas y artículos que requieran durabilidad y protección. Su composición generalmente incluye algodón, lo que le confiere suavidad y confort al tacto. Además, una de sus caras cuenta con un suave pelo que agrega un agradable aspecto visual y una textura cálida al contacto con la piel.
El fustaño se utiliza principalmente en la elaboración de abrigos, chaquetas, pantalones y prendas de invierno, ya que su estructura abrigada ayuda a mantener una buena temperatura corporal en climas fríos. Asimismo, se emplea para la confección de colchas, mantas y cojines, debido a su apariencia acolchada y su capacidad para conservar el calor.
Aunque el fustaño se destaca por su robustez y calidez, también puede presentar características variadas en su composición, como la incorporación de fibras sintéticas para mejorar su resistencia al desgaste y la formación de bolitas. Además, existen diferentes tipos de fustaño que varían en gramaje, color y acabados, lo que permite una amplia variedad de elección según el proyecto o prenda a elaborar.