La fustigación se refiere principalmente al azotamiento, que implica la acción de golpear o azotar a alguien como forma de castigo o disciplina.
Este término también abarca el efecto de dicha acción, donde el dolor físico es una consecuencia directa.
La fustigación, en su uso más amplio, puede evocar no solo el aspecto físico, sino también la idea de una reprimenda severa, ya sea en un contexto literal o figurado.