El término galavardo se refiere a un hombre que se caracteriza por ser alto, desgarbado y, en su contexto original, considerado inútil para el trabajo.
Esta palabra es de uso antiguo y ha caído en desuso, lo que la convierte en una curiosidad lingüística que refleja una visión particular sobre la físico y la utilidad en el ámbito laboral.
Su significado evoca una época en la que las características físicas eran valoradas de manera diferente.