La gálbula es un tipo de fruto característico de ciertas plantas, especialmente del ciprés y otras especies de la familia cupresáceas.
Su forma se asemeja a un cono corto con una base redondeada, y en ocasiones puede ser carnoso.
Este fruto no solo es interesante desde el punto de vista botánico, sino que también juega un papel en la reproducción de estas plantas, contribuyendo a su dispersión.